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Iluminación de cocina: cómo elegir la luminosidad y la fuente de luz adecuadas para una zona de trabajo clara y segura

30 Oct 2025 0 comentarios
Éclairage de cuisine  comment bien choisir la luminosité et les sources lumineuses pour une zone de travail claire et sûre

La iluminación de la cocina no es solo una cuestión estética, sino una necesidad funcional. Una buena luz ayuda a cocinar con mayor precisión y seguridad. El secreto está en equilibrar la luminosidad general y la iluminación localizada de las zonas de trabajo.

1. La luminosidad ideal: al menos 200 lm/m²

La cocina necesita más luz que el dormitorio o la sala de estar, para evitar errores al cortar o al evaluar la frescura de los alimentos. Usa esta fórmula sencilla:

Brillo necesario (lúmenes) = superficie de la cocina (m²) × 200–300 (lm/m²)

👉 Por ejemplo:

  • Cocina pequeña de 6 m² → 1.200–1.800 lm (se recomienda plafón)
  • Cocina de 10 m² → 2.000–3.000 lm para una iluminación uniforme

Consejo: Si tienes muebles altos, especialmente en cocinas en forma de L o U, pueden generar zonas de sombra sobre la encimera. Una lámpara de techo no siempre es suficiente. Añade luces empotradas o tiras LED bajo los muebles para iluminar la zona de trabajo directamente y evitar contraluces.

2. La fuente de luz adecuada: alto índice de reproducción cromática + luz blanca fría

En la cocina es fundamental distinguir los colores reales de los alimentos. Elige lámparas con un índice de reproducción cromática (IRC o Ra) ≥ 90, lo que garantiza colores naturales: la carne roja se ve fresca, las verduras verdes mantienen su viveza.

Opta por una temperatura de color entre 4.000K y 5.000K (luz blanca fría). Este tipo de iluminación es clara y nítida, resalta la limpieza del espacio y evita la fatiga visual. Ideal para zonas donde la higiene es esencial.

Recomendación: Evita los plafones con temperatura de color regulable en la cocina. Cambiar constantemente de luz cálida a fría puede cansar la vista. Una luz fija de 4.000–5.000K es más práctica y cómoda para el uso diario.

En resumen, una buena iluminación de cocina se basa en dos principios: suficiente luminosidad para ver con claridad y luz de alta fidelidad cromática para cocinar con seguridad y confianza. Una elección adecuada transformará tu cocina en un espacio funcional, seguro y agradable.

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